El boll weevil, el insecto del cual tomamos nuestro rocambolesco nombre, tomó carácter de plaga en tierras americanas en unos ya lejanos años ’20 del pasado siglo, asolando todas las plantaciones de algodón de los estados por los que pasaba. Esto, que como puede uno imaginar, fue una debacle para todos aquellos aparceros que vivían del algodón, obligó a replantearse otras plantaciones que… Leer más →